Julián veía al monje Raman como el hermano que nunca tuvo y sentía que avía mucha química entre ellos y esa misma sensación sentía en ese momento con John solo que a el siempre lo avía vistió como su hermano menor.
Julián dijo que ya le había enseñado unas cuantas cosas pero que debía enseñarle mas porque tenia una misión que tenia que cumplir y porque confiaba en el.
Le conto que los sabios del Himalaya se guiaban en una regla muy fácil: el que más sirve mas cosecha. Le puso un ejemplo, que se imaginara que había personas que estaban perdidas en el mar y no sabían a donde dirigirse y ellos necesitaban un farol que los iluminara y les dijera donde ir, el debía de ser la luz que los guiara una vez que el sepa a donde quiere dirigirse. Eso era lo que tenia que hacer una vez que allá aprendido todo lo necesario.
Julián le volvió a decir a su amigo que debía tomar riesgos para poder superarse y saber que es lo que verdaderamente esta buscando.
John le pregunto a Julián cual era su propósito de su vida y este le contesto que ayudar a los demás desinteresadamente. John entendió que las personas más desarrolladas y realizadas comprendían la importancia de aplicar sus dones humanos, poner en práctica sus talentos y buscar su propósito personal.
Julián recordó que el yogui Raman le había puesto un ejemplo para que viera como ponerse un objetivo. En un gran roble puso una rosa en el tronco, saco un arco una flecha y un pañuelo blanco luego le pidió a Julián que le vendara los ojos con el pañuelo y le pregunto que si a que distancia se encontraba del árbol, Julián le respondió que a unos 30 metros, luego lanzo la flecha y fallo su tiro. Julián no lo podía creer porque su maestro tenia muy buena puntería, Raman le explico que el objetivo de esta demostración era que no podía dar al blanco si no podía ver. Muchas personas se la pasan soñando con ser mas felices pero no ven la importancia de invertir por lo menos 10 minutos al mes en escribir sus metas y objetivos de vida, eso les cambiaria la vida.
John le dijo a su amigo que el quería ser pintor pero opto por la carrera de abogado porque vio que tenia mas futuro. Julián le dijo que podía tomarse un pequeño tiempo en el día para pintar y que no dejara ese sueño porque tal vez esa era su verdadera vocación. Se debía poner metas y hacerlas publicas, así la presión lo aria cumplirlas. También debía de anotarlas en un cuaderno. Esa idea le gusto a John y dijo que era algo novedoso aunque tuviera muchos años de que se allá creado.
Después de un rato de seguir hablando John reconoció que le había servido de mucho aquella plática y que todo lo que había aprendido aquella noche lo pondría en práctica lo más pronto posible.
Conclusión:
John había aprendido muchas cosas gracias a Julián.
Siempre es bueno aprender algo de los demás y si es buen ejemplo hay que seguir su ejemplo.
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